Estimados vecinos

1810-2010.

DOS BICENTENARIOS:

La Independencia Mexicana y el nacimiento de Fryderyk Chopin (1810-1849).

Con-memoremos (recordemos juntos) ambos bicentenarios - Independencia y nacimiento de Chopin - en el entorno que nos es propio, en medio de nuestro bosque. Recordemos disfrutando las páginas más bellas de la música para piano del Romanticismo, legado del genio de este compositor polaco; disfrutemos de sus melancólicos Nocturnos, de la poesía de sus Estudios, de sus caprichosos Improntu; dejémonos llevar desde los salones de su época con sus brillantes Valses, hasta el paisaje campesino de su juventud con sus Danzas y Mazurcas. Conmovámonos con el tono heroico de sus Polonesas y el intenso romanticismo de sus Sonatas.

Recordemos también el Bicentenario y Centenario mexicano, con la música que este genio inspiro en otros grandes compositores mexicanos del porfiriato, quienes combinaron el espíritu musical mexicano con el estilo europeo del romanticismo, como: Manuel M. Ponce (1882-1948) “padre del nacionalismo musical mexicano”; Ricardo Castro (1864-1907) “el último romántico del porfiriato”, Felipe Villanueva (1862-1893) y su Vals Poético, el “indio puro altivo de ojos inquisidores” muerto prematuramente; Ernesto Elorduy (1854-1913) “amante del buen vivir” y principal compositor mexicano de Mazurkas. Rescatemos la memoria de estos músicos mexicanos, para que no sean nunca más solamente los nombres de las calles de la Colonia Guadalupe Inn.

Participemos, y disfrutemos, en esta labor de rescate llevada a cabo desde hace más de dos décadas de investigación y difusión musical de JÓZEF OLECHOWSKI , reconocido pianista internacional, mexicano de origen polaco (con lo que combina sangre y espíritu para este concierto), y es quien será el interprete al piano de estas maravillosas obras.

Evoquemos la época del romanticismo con su música en compañía del espíritu de nuestros bis-abuelos que crecieron con ella, de nuestros abuelos que quizás la escucharon, la cantaron y la bailaron; de nuestros padres que la reprodujeron en discos de acetato, compartámoslo con ellos e invitemos a nuestros hijos a escucharla (quizás hasta a los nietos para algunos de los vecinos) en nuestro ambiente, convirtámoslo en un banquete compartiendo con ellos también el alimento, extendamos el mantel en el pasto, sentémonos en el campo rodeados de arboles que repetirán las notas musicales del piano. Vertamos el buen vino en las copas, disfrutemos el buen queso…